Hace poco, Nielsen publicó un estudio sobre los hábitos alimenticios de los mexicanos que revela que el 32% de ellos cuidan lo que comen e incluso restringen la ingesta de alimentos. Sin embargo, México desde hace varios años encabeza las listas de los países con mayor índice de obesidad y sobre peso (el 70% de los adultos mexicanos las padecen), pero ¿por qué?
Puede ser que tú creas que tu alimentación es sana y balanceada pero ¿realmente lo es? Aquí van cinco errores que se cometen con mayor frecuencia.
Hacer dieta.
El principal error es llamar a tus hábitos alimenticios una “dieta”. La mayoría de las dietas duran días o semanas y restringen lo que comemos lo que provoca que, al finalizarla, tengamos deficiencias nutrimentales que ocasionan antojos y el famoso “rebote». Lo mejor es que comas todos los grupos de alimentos y hagas elecciones inteligentes al momento de comer.
Restringir grupos de alimentos.
Existen muchos mitos alrededor de ciertos grupos de alimentos, sobre todo de los carbohidratos y los azúcares. Aunque son éstos los causantes del exceso de peso y la acumulación de grasa no es necesario evitarlos por completo sino sólo cambiarlos.
Los carbohidratos y lo azúcares engordan siempre y cuando éstos sean simples, como las que se encuentran en harinas refinadas y productos con alto contenido calórico. Pero proporcionan muchísima energía si se consumen de forma correcta como los que aportan los cereales, semillas, leguminosas y el azúcar de las frutas.
Comer demás.
Puede ser que tú seas parte de ese grupo de personas que dice cuidar su alimentación pero que no ve cambios en su peso. Esto puede deberse a no comer porciones adecuadas. Lo más recomendable es que, al comer, utilices un plato pequeño para evitar servirte demás y eliminar las segundas raciones. También es importante que te tomes por lo menos 20 minutos para comer ya que cuando se come con prisa se come más.
Comer entre comidas.
Es recomendable hacer de 5 a 6 comidas al día: tres comidas principales y dos colaciones pero lo que consumes en las colaciones debe ser un snack pequeño que te sacie lo suficiente como para evitar que llegues hambriento a tu próxima comida. Si tu colación son unos chilaquiles o una dona o galletas debo decirte que lo estás haciendo mal. Lo único que haces es sumar calorías y nada de nutrientes. Has elecciones inteligentes y consume frutas, almendras, nueces, gelatina o yogurt griego. Te saciarán y te nutrirán al mismo tiempo.
No desayunar.
Nunca debes saltarte comidas, mucho menos la más importante del día. Puede que comiences muy temprano tu día y no se te antoje nada pero procura tomar aunque sea un licuado (leche, avena, plátano y huevo) o alguna fruta para poner en marcha tu metabolismo.
Encuentra el tiempo para desayunar, o procura dejar preparado algo la noche anterior para que sólo te lo comas a la mañana siguiente. Nada vale tanto la pena como cuidar tu propio bienestar, lo demás puede esperar.